Frida Kahlo nació en Coyoacán, México, en 1907. A la edad de seis años enfermó de polio, que le dejó secuelas de por vida en uno de sus pies. Su vocación artística surgió por casualidad. Un accidente de tráfico, cuando viajaba en un tranvía, la postró en cama durante un año aproximadamente, con múltiples y graves fracturas en todo su cuerpo. Este hecho provocó que a lo largo de su vida sufriera más de treinta operaciones, y fue durante una de sus convalecencias cuando empezó a pintar. Sus pinturas, principalmente autorretratos, eran deliberadamente ingenuas, y estaban llenas de color y figuras basadas en el folclore mexicano. A la edad de veintidós años se casó con el famoso pintor muralista Diego Rivera, veinte años mayor que ella. Fue una relación tormentosa, pero tan apasionada que sobrevivió a multitud de infidelidades, la presión de sus carreras, un divorcio, los asuntos amorosos lésbicos de ella, una segunda boda, la mala salud de la pintora y su incapacidad para tener hijos. De hecho, Frida llegó a decir una vez: "He sufrido dos graves accidentes en mi vida; uno en el cual un tranvía me arrolló, y el segundo fue Diego". El tranvía la dejó inválida físicamente, y se puede decir que Rivera lo hizo emocionalmente. Su fragilidad se la llevó finalmente a la temprana edad de cuarenta y siete años. Él quedó profundamente desolado, y murió tres años más tarde. Hoy, más de medio siglo después de su muerte, sus cuadros se cotizan por encima de los de cualquier otra artista femenina (.../...)
Lápiz de grafito, acuarelas y rotuladores.